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“No podemos ir hacia atrás ... Ganaremos. Estamos ganando porque la nuestra es una revolución de la mente y del corazón...”

El nacionalismo radical blanco detrás de la nueva táctica de inmigración de Trump

La Casa Blanca nacionalista blanca de Donald Trump, liderada por Stephen Miller, un fanático antiinmigrante de 32 años, acaba de publicar una nueva propuesta de sobornar a Dreamers a cambio de recortar la inmigración familiar legal y suministrar miles de millones de dólares para construir la despreciable pared de Trump y aumentar drásticamente las deportaciones.

Todo esto es parte de un plan para explotar una crisis que los propios Trump y Miller provocaron al finalizar el programa DACA el Septiembre pasado, colocando a unos 800,000 jóvenes Dreamers en riesgo de deportación. Ahora, este par cínico busca usar la crisis que fabricaron para extorsionar al Congreso y al pueblo estadounidense al adoptar la agenda de los intolerantes antiinmigrantes.

El movimiento Campesino nnunca se rendirá ante tal intolerancia y tampoco lo hará el pueblo estadounidense –el 87 por ciento de los cuales apoya una solución real para los Soñadores.

En realidad, Trump quiere cambiar las leyes de ciudadania.

Esto es lo que propone la Casa Blanca de Trump:

• Reducir la inmigración legal en un 50%, lo que sería la reducción más grande en casi 100 años.

• Demoler la base de la historia de inmigración de Estados Unidos al borrar cinco de las siete categorías de inmigración familiar.

• Poner fin al programa de visas de diversidad que admite inmigrantes de naciones que Trump denominó «Paises de mierda.»

• Destripar las leyes de asilo de EE. UU. Para que los centroamericanos que buscan seguridad en este país, incluidos los menores no acompañados, sean deportados a la opresión y violencia de la que escaparon.

• Acelerar drásticamente el plan de Trump para deportar a muchos más inmigrantes trabajadores, respetuosos de la ley e impositivos mediante la incorporación de miles de agentes a su Fuerza de Deportación.

• Gastar billones de dolares para construir un muro fronterizo enorme, e ineficaz pagado por los estadounidenses y no por México para que Trump y sus seguidores cultistas puedan sentirse bien al insultar a toda América Latina y África, ya saben, todos esos países de mierda.

La única respuesta justa y equitativa -que la gran mayoría de los estadounidenses ya apoya- es el compromiso estrecho y bipartidista que combinaría las medidas de seguridad fronterizas inteligentes con el Acta de los Sueños limpia.

No permitiremos que Trump y Miller usen la vulnerabilidad de los Dreamers para llevar a los Estados Unidos a traicionar a quienes somos como nación y como personas.