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A 50 de que los huelguistas Nagi Daifallah y Juan De La Cruz entregarán su vida para crear la UFW

Los días 15 y 17 de agosto se cumplen 50 años del asesinato de los huelguistas de la uva Nagi Daifallah y Juan De La Cruz mientras ayudaban a construir la Unión de Campesinos (United Farm Workers). César Chávez dijo: «No sabemos cómo elige Dios a los mártires. Sí sabemos que nos dieron el regalo más preciado que poseen: sus propias vidas». Es nuestro deber recordarlos ahora.

Tras migrar de Yemen, Nagi Daifallah, de 24 años, aprendió inglés y español y fue un líder entre los huelguistas árabes durante las grandes huelgas de la uva de la UFW en 1973.

Alrededor de la medianoche del 15 de agosto de 1973 en Lamont, California, un ayudante del sheriff del condado de Kern golpeó con su gran linterna metálica al pacífista Nagi y luego lo arrastró por los pies con la cabeza golpeando el pavimento. Murió en el hospital. El ayudante del sheriff nunca fue acusado.

Miles de campesinos siguieron el féretro de Nagi hacia los servicios, en una procesión sombría en la propiedad del movimiento «Los Cuarenta Acres» en Delano. César Chávez se unió a los trabajadores que llevaban brazaletes negros y banderas negras de la UFW. Los portadores del féretro eran jóvenes árabes. Los trabajadores árabes dijeron que un trabajador yemeni muerto fuera del país nunca había sido enviado a casa, y sería un honor para Nagi. Así que la UFW se puso de acuerdo con la familia para que lo regresaran a allá.

El huelguista de la uva Juan De La Cruz, de 60 años —un hombre apacible y tranquilo, y miembro de la UFW desde 1965— fue asesinado en una picket line (línea de piquete) cerca de Arvin el 17 de agosto de 1973 por un rompehuelgas que disparó un rifle desde una camioneta que pasaba. Juan protegió a su mujer empujándola al suelo. El rompehuelgas fue acusado de homicidio en grado menor. Su abogado alegó defensa propia. El fiscal tenía que defender a los huelguistas no violentos de la picket line (línea de piquete). Se negó y el tirador fue absuelto.

Miles de campesinos y simpatizantes marcharon detrás del féretro de Juan en una procesión hasta el cementerio de Arvin, tras un misa funeraria en un parque de la ciudad.

Aunque ninguno de los dos tenía derecho a una pensión sindical, la UFW pagó una retribución mensual al padre de Nagi y a la viuda de Juan durante el resto de sus vidas. Los cinco mártires de la UFW son conmemorados durante los servicios de cada convención constitucional de la UFW.

Ante el temor de que se produjeran más muertes, César Chávez suspendió la huelga y emprendió un segundo boicot de la uva. Se extendió rápidamente por Norteamérica y Europa occidental, y 17 millones de estadounidenses adultos boicotearon las uvas, según una encuesta nacional. La industria de los supermercados presionó a los productores en busca de una solución, lo que dio lugar a la Ley de Relaciones Agrícolas Laborales de 1975. Así pues, las muertes de Nagi y Juan no fueron en vano.

César dijo que muchas personas decentes realizan a diario actos de caridad o idealismo. Pero sólo unos pocos dedican totalmente su vida a servir a los más necesitados entre nosotros. César situó a los cinco mártires sindicales —incluidos Nagi y Juan— en una categoría aún más alta porque dieron literalmente su vida por la causa.

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Fotografías de los cortejos fúnebres de Nagi Daifallah y Juan De La Cruz de Bob Fitch.