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Vida en el Valle: Víctimas de la helada buscán más ayuda

Vida en el Valle: 2/2/99

Víctimas de la helada buscán más ayuda

Por MARIA MACHUCA

SANGER – A pesar de que líderes locales y proponentes de intereses comunitarios han organizado tentativas de auxilio en forma de comida y ropa donadas, más la declaración de emergencia por el Gobernador Gray Davis, todavía no basta la respuesta a las graves necesidades de más de 30,000 trabajadores en la industria cítrica que perdieron sus trabajos por la helada.

Ese fue el mensaje que entregaron líderes de los United Farm Workers el lunes delante de casi 500 víctimas de la helada que llenaron el Centro Comunitario de Sanger para expresar a funcionarios estatales y federales las dificultades que les aquejan actualmente.

"Yo estoy sola con mis hijas y no tengo trabajo, ni dinero para comprar comida ni pagar la renta," dijo Marcelina Corón, miembro del Citrus Freeze Worker Committee de la UFW en Cutler, Orosi y Dinuba.

"Mucha gente no pudo venir aquí hoy porque no querían perder un día de trabajo. Ese día de trabajo les deja comprar leche para sus hijos; es dinero que no tenemos," declaró Corón a funcionarios del Ministerio Federal de Labor, la Agencia Federal de Respuesta a Emergencias (FEMA), el Departamento Estatal de Salud y Bienestar, el Departamento Estatal de Labor, la Oficina Estatal de Servicios de Emergencia, y representantes de diversas agrupaciones comunitarias.

El propósito principal de la junta, explicó el Presidente de la UFW Arturo Rodríguez, es enfocarse en los problemas que experimentan las víctimas de la helada, por ejemplo demoras y obstáculos que les impiden obtener pagos de desempleo, auxilio por parte del gobierno, y comida. "Esto es lo que quiere saber el gobierno federal. )Cuáles son sus problemas? )Por qué tienen problemas?" explicó Dolores Huerta, cofundadora de la UFW.

Theodore Mastroianni, secretario ayudante asociado del Ministerio Federal de Labor, señaló que los cálculos que tienen de los damnificados varían de 5,000 a 14,000. Empero, dijo que van a pedir información a las uniones de trabajadores agrícolas, entrevistarse con éstos, y recopilar datos para presentar un reporte al Ministro de Labor el jueves. A base de dicho reporte, el Presidente Clinton decidirá entonces si se debe declarar que las regiones afectadas por la helada son un desastre nacional.

"Queremos saber cuántas familias están afectadas, cuántas familias estarán afectadas a largo plazo, y qué es lo que podemos hacer para aportar recursos del gobierno federal y del gobierno estatal," dijo. "Nuestras familias necesitan agua, luz y comida para nuestros hijos, ahora que se están enfermando," dijo Guadalupe Núñez, uno de los trabajadores desempleados que integran el comité de Plainview, Lindsay y Tonyville.

"Ya están por cortarnos el agua, la luz y el gas," agregó René Torres. "Lo que tenemos es un desastre."

Otros, como Marta Aguilar, miembro del comité de Woodlake e Ivanhoe, tienen trabajos que les dan unas cuantas horas dos o tres días por semana. "El patrón nos da un día o dos para que no califiquemos para el desempleo, pero no la hacemos ni con el trabajo que nos dan, ni con el desempleo," dijo ella.

El Secretario del Departamento Estatal de Salud y Bienestar Grantland Johnson comentó que la información que sacaron de la comunidad les ayudará a responder más eficazmente a las necesidades de la gente. "Yo creo que respondimos muy pronto, pero es una obra a largo plazo," dijo Johnson, pero agregó, "somos empleados civiles, y eso quiere decir que nuestra respuesta no es perfecta todo el tiempo."

Otro problema, señaló Rodríguez, es que no eran correctos los primeros reportes que calculaban un total de 15,000 damnificados, ya que ahora la UFW calcula por sus investigaciones que son más del doble de dicha cifra.

La UFW organizó siete comités de trabajadores para calcular hasta cuánto llega el total de damnificados. Los comités reportaron que son 1,800 los trabajadores afectados en Strathmore, 3,000 en Exeter y Farmersville, 1,000 en Tonyville, 3,000 en Lindsay, 1,000 en Plainview, 4,500 en Porterville, 2,000 en Terra Bella, 1,200 en Woodville, 400 en Poplar, 2,000 en Woodlake, 1,500 en Ivanhoe, 1,000 en Cutler, 2,000 en Orosi, 1,000 en Dinuba y 3,000 en Orange Cove.

Ernest Velázquez, director de Catholic Charities en Fresno, subrayó la importancia de que el gobierno a nivel estatal y federal responda cuando menos a las necesidades de los trabajadores legales que sufren por la helada. Por parte de la sociedad caritativa, dijo que organizaciones comunitarias como la suya van a hacer cuanto puedan por ayudar a trabajadores indocumentados con comida, el alquiler y otros servicios.

"Algunos habrá tan desesperados que hagan lo que sea por dar de comer a sus hijos," dijo Velázquez. "Vamos a hacer cuanto podamos para que no se perjudiquen la vida."

Huerta dijo que la mayor preocupación de la UFW es ayudar con fondos gubernamentales a los trabajadores legales, para entonces enfocarse en los indocumentados.

"Algunos hay que han recibido comida, pero sólo basta por un día. Estamos hablando de un problema de larga trayectoria," afirmó.