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La Opinion: Se levanta el boicot contra la uva

La Opinion

Se levanta el boicot contra la uva
Sindicato campesino opta por buscar sus metas a través de junta laboral estatal

Armando E. Botello,
Corresponsal de La Opinión

Miércoles, 22 de noviembre de 2000

SACRAMENTO.- El boicot que durante los últimos 16 años ha llevado a cabo el Sindicato de Campesinos (UFW) contra la industria de la uva de mesa llegó el martes a su fin tras un repentino anuncio hecho por la dirigencia del gremio, que fue recibido con indiferencia por el sector agrícola.

El anuncio no significa que el sindicato cesará su lucha en favor de los miles de campesinos que laboran en el cultivo y cosecha de dicha fruta, sino que intentará hacerlo a través de la recién constituida Junta de Relaciones Laborales Agrícolas. De esta manera usará el respaldo político que hasta ahora ha recibido del gobernador Davis y de los múltiples legisladores latinos.

"Aun no estamos satisfechos con los sueldos ni con las condiciones de trabajo en la industria de la uva, pero vamos a utilizar otros métodos para continuar tratando de mejorar esa situación y la de otros trabajadores campesinos", dijo a La Opinión el presidente del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW), Arturo Rodríguez.

La conclusión de la medida de fuerza no fue motivo de celebración dentro de la industria agrícola, cuyos representantes expresaron que el boicot había sido inefectivo, ya que no había mermado las ventas de la uva en ningún momento.

"El final del boicot significa la admisión de que no atrajo mucha atención entre el consumidor y que no ha tenido efecto en la reducción de ventas de la uva", indicó Bob Krauter, vocero de la Oficina Agrícola de California.

Aunque Krauter dijo no contar con datos específicos sobre el volumen de las ventas domésticas de la uva, pero afirmó que en los años en que se sostuvo el boicot la exportación de dicho producto ha aumentado en un 200%.

Un poco de historia

El ha sido una de las más potentes armas utilizadas por el sindicato durante sus más de 30 años de lucha para organizar a los campesinos y en dos previas ocasiones, en los años 60 y 70, ya se había utilizado dicha táctica contra las uvas de mesa. La primera ocasión para lograr contratos laborales y la segunda para conseguir la ley de relaciones laborales agrícola.

El anuncio del tercer boicot internacional contra la uva fue hecho en septiembre de 1984 durante la séptima Convención Constitucional del Sindicato, realizada en Bakersfield, California, por su fundador y en aquel entonces presidente, César Chávez.

"Hoy daremos principio a nuestra siguiente jornada con otro boicot internacional contra [la industria de] la uva. No importa cuántos obstáculos encontraremos en nuestro camino -rancheros, jueces, gobernadores- a todos les haremos frente sin temor", dijo Chávez en aquel entonces.

Este tercer boicot contra la industria de la uva, a diferencia de los anteriores, no solamente buscaba mejores contratos laborales sino que también estaba dirigido contra el uso de pesticidas en los campos de cosecha de dicho producto, los cuales ponían en peligro la salud de los campesinos y del consumidor.

El final del boicot fue anunciado por medio de una carta enviada por Arturo Rodríguez, presidente del sindicato, a Virginia Nesmith, directora ejecutiva del Ministerio Nacional de Trabajadores Campesinos, una institución religiosa que por varios años se ha dedicado a coordinar los boicots del sindicato con grupos religiosos.

"El UFW no ha participado activamente en el boicot durante los últimos años y respetamos su decisión", declaró Nesmith a este medio informativo. Rodríguez declara en la carta que varias de las metas buscadas por el boicot han sido logradas, ya que tres de los pesticidas más peligrosos ya no son utilizados en los campos de uva, otro más está señalado para dejar de utilizarse en el año 2005 y restricciones bastante severas han sido impuestas para el uso de un quinto.

Además, según la misiva, el sindicato ha ganado 20 elecciones laborales y ha firmado 24 nuevos contratos laborales, incluyendo uno que fue pactado con la compañía vinícola Gallo, que cubre a 450 trabajadores del condado de Sonoma.

"También tenemos una nueva esperanza para hacer cumplir de manera efectiva y significativa la histórica ley laboral agrícola de California a través de los nuevos nominados por el gobernador Davis para formar parte de la Junta de Relaciones Laborales Agrícolas", dijo Rodríguez en su carta.

El presidente del sindicato también solicita en la carta el continuo apoyo hacia el boicot contra los hongos comestibles marca Picksweet, producidos en el condado Ventura.

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