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Un inmigrante relata su experiencia en un centro de detención de Arizona

    

Tucson, 13 jul (EFE) — Héctor Rivera pasó cinco meses en un centro de detenciones para inmigrantes en Arizona, donde fue testigo del trato que reciben los indocumentados en estos lugares que en su mayoría son administrados por corporaciones privadas.

La historia de Rivera, de 27 años, es una de varias que forman parte de un informe de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en Arizona que denuncia las duras condiciones de estos lugares.

"Fueron cinco meses muy difíciles, como personas tenemos el derecho a la liberad y estar en prisión es muy difícil para cualquier ser humano, sobre todo, si no has cometido ningún crimen", dijo Rivera en entrevista con Efe.

El joven activista llegó a Estados Unidos cuando tenía cinco años y a base de muchos sacrificios logró obtener una licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad de Arizona.

Rivera fue arrestado en agosto de 2010 por una infracción de tránsito y clasificado como "no ciudadano", por lo que fue enviado al centro de detenciones de Florence.

Por sus estudios universitarios y su conocimiento del inglés, el joven ayudó a otros en la traducción de documentos mientras estuvo detenido.

"Aunque no fui directamente víctima de algún tipo de abuso, sí vi casos médicos que terminaron siendo un poco más graves que si se hubieran prevenido inicialmente", afirmó.

El informe "En sus propias palabras: Soportando el abuso en los Centros de Inmigración en Arizona", dado a conocer el pasado mes de junio está basado en 115 entrevistas en un periodo de dos años.

También recoge 500 quejas de personas detenidas y se revisaron cientos de récords del Gobierno federal.

ACLU calcula que diariamente hay un promedio de 3.000 inmigrantes indocumentados detenidos en los centros de inmigración en Arizona.

Unos familiares que sí tenían la ciudadanía estadounidense adoptaron a Rivera antes de cumplir los 15 años, pero debido a su desconocimiento del sistema migratorio no solicitaron la ciudadanía automática para él, lo que puso en riesgo su estatus legal.

"Lo que más recuerdo es haber extrañado tanto a mi familia y el encierro", dijo Rivera, quien ya es un residente legal de Estados Unidos.

Victoria López, abogada de ACLU y autora del informe, dijo el martes en un foro comunitario en Tucson que los indocumentados en eso centros son víctimas de detenciones innecesarias y prolongadas.

"De acuerdo con cifras de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) un inmigrante indocumentado pasa un promedio de 37 días en un centro de detención, pero la verdad es que en Arizona el periodo es de aproximadamente cuatro meses", dijo.

La abogada afirmó que ha trabajado en casos de indocumentados que estuvieron detenidos hasta por dos años.

La activista aseguró que las condiciones dependen en gran parte de la corporación privada que administra el centro y el nivel de supervisión por parte de ICE.

De acuerdo con el informe las quejas más comunes por parte de los inmigrantes están relacionadas con el trato que reciben por parte de los custodios de la cárcel, la falta de atención médica adecuada y la comida.

El reporte destaca particularmente las condiciones en el centro de detenciones de indocumentados del condado Pinal.

López dijo que en los últimos seis años se han incrementado en más de un 50 por ciento las detenciones de inmigrantes indocumentados en Arizona debido al endurecimiento de las leyes migratorias federales, la implementación de programas federales como Comunidades Seguras y la aplicación de leyes estatales.

"Creo que es importante compartir mi historia porque cuando entré al centro de detenciones no sabía siquiera que existían, yo me imagino que hay miles de personas que desconocen lo que ocurre, y al hablar sobre esto se vuelve más real. Especialmente en un país donde se defienden tanto los derechos humanos", finalizó Rivera.

Un inmigrante irregular habla por teléfono en una instalación habilitada para indocumentados en una cárcel de Arizona.