La Opinion
Campesinos exigen una explicación
Los trabajadores dicen que se les ha forzado a trabajar en medio de una nube de humo. Su empleador asegura que no corren peligro
Patricia A. González-Portillo,
Reportera de La Opinión
Sabado, 17 de marzo de 2001
VENTURA.– Pizcaron hongos hasta "marearse", "vomitarse" y "sentirse sofocados". Pero cuando los trabajadores de Pictsweet pidieron una explicación sobre el humo que han respirado durante una semana, los dejaron plantados.
Alrededor de cien miembros del Sindicato de Trabajadores del Campo (UFW) marcharon ayer frente a la oficina de su patrón exigiendo "respuestas" a sus temores.
Los campesinos pedían información en torno al molesto olor a abono que emanaba de un incendio provocado a sólo cien yardas de su área de trabajo.
Pero Rubén Franco nunca salió. Sólo dejó órdenes de cerrarles la puerta y pedir sus quejas por escrito.
"Nos dejaron plantados", gritó un manifestante. "Salgan a dar la cara y dennos una disculpa".
Según Laura Morrison, administradora de oficina de Pictsweet, la nube de humo que ha invadido unas 10 millas a la redonda, no es tóxico. Afirmó que las 340 personas que se dividen entre la planta de empaque y los que pizcan hongos no corren ningún peligro.
"El Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) ha dicho que no es dañino", comentó antes de cerrar la puerta a los obreros.
Las palabras de Morrison no convencieron a Jessica Arciniega, organizadora del UFW quien reafirmó los malestares de los trabajadores.
Hay quienes dijeron que el patrón advirtió que quienes se tomaran el día libre, para evitar el humo, no recibirían pago.
"Sólo avisaron a los trabajadores después de que nosotros se lo exigimos", afirmó Arciniega. "Es una cuestión de respeto hacia el trabajador y una muestra de cómo esta compañía los ignora. No les avisaron lo que está pasando ni les ofrecieron opciones para los que no pueden trabajar por el humo. Sólo hasta hoy [ayer] les dieron máscaras [para filtrar el aire]", agregó la sindicalista.
Alfredo Zamora, de 41 años, faltó al trabajo ayer porque no toleraba el ardor en los ojos y la garganta.
"Sólo vemos el humo pero no sabemos si es tóxico", dice. "Yo tenía que trabajar hoy [ayer] pero no vine porque padezco de asma. El médico me dijo que no puedo respirar este aire".
Fidel Andrade ha tenido que aguantar el humo porque no puede "darse el lujo" de faltar.
"El patrón me dijo que no sabía si me iba a pagar si faltaba al trabajo", comentó el trabajador sacando un aspirador para el asma de su bolsillo.
"Tengo asma pero no me voy a mi casa porque no me quieren pagar el día y tengo que trabajar. ¿Cómo voy a mantener a mi familia?", continuó diciendo Andrade.
Algunos trabajadores también se quejaron de tener que trabajar de lunes a sábado desde las 6 a.m. hasta las 2 p.m. y de recibir un salario de 250 a 400 dólares por semana.
Desde septiembre del año pasado, el UFW, que busca la sindicalización de los empleados de Pictsweet, inició una campaña para boicotear los productos de esta compañía a la que acusan de oponerse al movimiento laboral.
Pero la situación se torna cada día más difícil porque los trabajadores no logran llegar a un acuerdo con su empleador para obtener beneficios médicos que incluyan atención dental y de la vista.
Sin embargo, por el momento, lo que más le preocupa es el aire que respiran y los dolores de cabeza que sufren cada vez que tienen que pizcar hongos.
"Nos dieron máscaras para protegernos pero lo hicieron demasiado tarde"’, comentó la señora Sylvia Reynoso, de 41 años y originaria del estado mexicano de Morelos, agregando que "somos la base principal porque si no pizcamos no hay producción, pero somos seres humanos y nos merecemos respeto".