«Estamos indignados por este retraso. Los trabajadores que manejan pesticidas neurotóxicos deben de tener las protecciones más fuertes disponibles. Con este retraso de 12 meses, la EPA está poniendo en riesgo a los trabajadores agrícolas y a sus hijos. La misma EPA había señalado múltiples incidentes trágicos en donde los niños murieron o resultaron gravemente heridos. Este retraso es un abuso del proceso y pone a la gente que la EPA se supone que debe proteger en peligro. «
– Erik Nicholson, Vicepresidente de La Union de Campesinos (UFW)