El paso que dio el Papa Francisco para santificar a monseñor Romero es elogiado por el movimiento de campesinos
La acción reciente del Papa Francisco de desbloquear el proceso de hacer al mártir arzobispo salvadoreño Oscar Romero a santo es bien recibida por el movimiento campesino. El proceso de declararlo “bendecido” o la beatificación, es un paso necesario hacia la plena santidad de la iglesia católica. El arzobispo Romero, un defensor de los pobres y un critico franco del brutal régimen militar que gobernó El Salvador durante la sangrienta guerra civil del país, fue asesinado mientras oficiaba la misa en 1980. El Papa Francisco llamo al difunto arzobispo “un hombre de Dios” y expresó la esperanza de que la beatificación “se haga rápidamente”.
Los esfuerzos para santificar al arzobispo Romero comenzaron en 1997, 17 años después de que fue asesinado por agentes del gobierno salvadoreño, pero fueron detenidos por el vaticano. La reversión por el Papa Francisco, el cual el pilar de su papado ha sido el enfoque hacia los pobres, es visto como un cambio de perspectiva en el corazón de la iglesia.
A lo largo de sus luchas, La Unión de Campesinos (UFW por sus siglas en inglés) recibió un apoyo significativo de los clérigos católicos en los Estados Unidos y también entablo relaciones con activistas católicos para los pobres de Centro y Sudamérica, incluyendo Nicaragua y Brasil. Dom Helder Camara, arzobispo católico de Olinda y Recife Brasil, otro franco defensor de los pobres, visitó a Cesar Chávez en la década de los 70s en las oficinas principales del movimiento campesino de La Paz en Keene, Calif. y en el complejo del movimiento de los 40 acres en Delano.