Nos unimos al resto de la nación expresando nuestra sorpresa y profunda tristeza por el asesinato de seis personas de veinte que recibieron disparos el sábado 8 de enero en Tucson, Arizona, incluyendo la Congresista de los Estados Unidos, Gabrielle Giffords.
Mientras la Congresista Giffords lucha por su vida, todos nosotros estamos rezando por ella, y como dijo el Presidente Obama “apoyándola.” Las motivaciones del acusado no son aún claras , pero no puede pasarse por alto que esta afrenta despreciable a la democracia sucedió en un estado plagado de odio racial dirigido sobre todo a los latinos y los inmigrantes. El año pasado Gabrielle Giffords opuso la infame ley de discriminación racial promulgada en Arizona. Sólo podemos esperar que los eventos del sábado sirvan para convencer a todos los que contribuyen e incluso sacan provecho de esta fea situación a que hagan un examen de conciencia tan necesitado. En segundo lugar, debemos determinar cómo avanzar las necesidades de los inmigrantes y latinos en un programa sin violencia.
Arturo S. Rodriguez, Presidente
Union de Campesinos