Manténgame al Tanto

“No podemos ir hacia atrás ... Ganaremos. Estamos ganando porque la nuestra es una revolución de la mente y del corazón...”

Mensaje del Primero de Mayo de la Presidenta de la Unión de Campesinos (UFW) Teresa Romero

Hace setenta años, César Chávez ayudó a registrar a 4,000 nuevos votantes durante 40 frenéticos días y noches en el barrio de Sal Si Puedes, en el este de San José. El día de las elecciones, el Partido Republicano local envió “provocadores” para intimidar a los votantes latinos por primera vez. Aquello fue similar a la supresión de votantes que los activistas de derechos civiles resisten hoy en el sur y en otros lugares.

La estrategia republicana fracasó. Los votantes se enojaron y fueron más decididos a votar. Cuando tantos latinos votaron, los funcionarios del condado ordenaron a las empacadoras que dejaran de arrojar desechos en los arroyos de los barrios y arreglaron los drenajes que les ocasionaban disentería amebiana.

Actualmente, la lucha para proteger los derechos de voto de los latinos y otras personas de color contra los intentos republicanos de suprimirlos sigue en marcha en todo el país.

En septiembre pasado, los californianos votaron intensamente en la elección republicana de destitución para mantener al gobernador Newsom en el cargo.

Algunos electores acudieron a las urnas a emitir su voto.

Otros enviaron sus boletas por correo.

Algunos votantes necesitaron ayuda para llenar y entregar sus boletas.

Algunos de ellos dejaron sus boletas antes del día de las elecciones en sitios oficiales.

Ellos tenían opciones.

Esas opciones no existían en 1975, cuando California otorgó a los campesinos el derecho a votar en las elecciones sindicales. En ese entonces —y hasta el día de hoy— la única forma de votar era, y es, en la propiedad del rancheros… donde los trabajadores enfrentan amenazas e intimidación.

Hoy es Primero de Mayo, cuando celebramos los derechos de los trabajadores en todo el mundo.

Así que en este Primero de Mayo, la Unión de Campesinos (UFW) está promoviendo un proyecto de ley ante la Legislatura de California. Se llama Ley de Elección de Votación en Relaciones Laborales Agrícolas. Este proyecto de ley finalmente les daría a los campesinos las mismas opciones de votación que a otros votantes de California han disfrutado durante años,—incluida la posibilidad de que los campesinos voten por correo desde la comodidad y seguridad de sus hogares—.

El gobernador Newsom derrotó la destitución republicana porque los votantes políticos en California tenían opciones sobre cómo, cuándo y dónde votar. ¿No deberían los campesinos tener las mismas —o similares— opciones?

Sin embargo, el gobernador Newsom vetó el proyecto de ley de elección de voto de los campesinos el año pasado, el mismo mes que derrotó la destitución.

La UFW ha reintroducido el mismo proyecto de ley este año. Cincuenta legisladores lo están coescribiendo. Tiene un amplio apoyo público. Necesitamos convencer al gobernador Newsom para que firme nuestro proyecto de ley este año.

Históricamente, los campesinos han sido excluidos de las protecciones legales que otros trabajadores —y votantes— han disfrutado durante décadas.

En este momento crucial —cuando los activistas de los derechos civiles, latinos y otras personas de color luchan por todo el país contra los intentos de los republicanos de suprimir el derecho al voto— ¿por qué los campesinos deben seguir siendo excluidos de las mismas opciones de voto y derechos que otros votantes ganaron durante mucho tiempo?

Para convencer al gobernador Newsom de que firme la Ley de Elección de Votación en Relaciones Laborales Agrícolas este año, los campesinos marcharán en pleno calor este verano desde aquí en Delano hasta el Capitolio estatal en Sacramento. La marcha de este año seguirá la misma ruta que tomaron los campesinos durante su histórica marcha de 1966 a Sacramento.

Los campesinos le hacen un llamado para que se una a ellos en esta importante marcha para la firma del gobernador este verano. Todavía están luchando sin violencia por los mismos derechos que otros trabajadores, —y otros votantes—, ya han ganado.

Gracias

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