Campesinos de California marchan por la reforma migratoria
Centenares de activistas defensores de los campesinos concluyeron dos días de marchas por varias ciudades del Valle Central de California para honrar el legado del fallecido líder sindical César Chávez y exigir una reforma migratoria que proteja sus derechos.
Un grupo de personas participa en la Marcha César Chávez por la Justicia hoy, domingo 24 de marzo de 2013, en Oxnard, California (EE.UU.). Centenares de activistas defensores de los campesinos concluyeron hoy dos días de marchas por varias ciudades del Valle Central de California para honrar el legado del fallecido líder sindical César Chávez y exigir una reforma migratoria que proteja sus derechos. EFE
Centenares de activistas defensores de los campesinos concluyeron hoy dos días de marchas por varias ciudades del Valle Central de California para honrar el legado del fallecido líder sindical César Chávez y exigir una reforma migratoria que proteja sus derechos.
Las marchas forman parte de una movilización en los próximos meses en estados como California, Oregon, Washington, Arizona y la capital estadounidense para exigir la legalización de la población indocumentada, explicaron activistas.
También marcaron el inicio de celebraciones para honrar el legado de Chávez, cofundador del sindicato Unión de Campesinos (UFW, en inglés), que presiona por la legalización de los trabajadores del sector agrícola.
En Bakersfield, la marcha contó con Diana Tellefson Torres, directora ejecutiva de la Fundación UFW, y Mary Kay Henry, presidenta internacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, en inglés), entre otros líderes.
"En el receso de Pascua, cuando los congresistas regresan a sus distritos, es una época importante para dejarles saber que estamos a la expectativa", explicó en entrevista con Efe Tellefson Torres.
"Queremos asegurar que ellos sepan que estamos muy involucrados en este proceso y que la comunidad quiere asegurar que sí habrá una reforma migratoria este año", agregó.
Para el presidente de UFW, Arturo Rodríguez, que participó en las manifestaciones de Oxnard y Fresno, éstas son una continua muestra del creciente peso político de la comunidad.
"Todos sabemos que la comunidad latina votó en noviembre en números importantes y ahora estamos votando con nuestros pies, marchando y caminado por las calles y yendo a Washington para hablar con los miembros del congreso", declaró a Efe Rodríguez.
Rodríguez pidió continuar luchando por la legalización de los once millones de indocumentados en EE.UU., para que ellos y sus familias "puedan mejorar y que sus hijos tengan todas las oportunidades que tiene los demás".
Rodríguez calculó que, entre los dos días, cerca de 20.000 personas habrán marchado a favor de la reforma en las ciudades californianas de Coachella, Fresno, Los Ángeles, Oxnard, Salinas y Santa Rosa, así como en Yakima, en el estado de Washington.
Según Tellefson Torres, la marcha en Bakersfield contó con la participación por primera vez del alcalde de esa ciudad, Harvey L. Hall, junto a los alcaldes Joe Aguirre, de Delano, José Flores, de Arvi, y Manuel Cantú, de McFarland.
"Que muchos de los políticos locales estén participando es un gran paso porque les hace saber a los congresistas que ellos también están involucrados y que es algo importante para la comunidad", señaló la activista.
Andrés Chávez, de 19 años y nieto de César Chávez, se mostró emocionado al ver a tantas personas promoviendo el legado de su abuelo quien falleció en abril de 1993, antes de que él naciera.
El joven Chávez, quien también participó en la marcha del sábado en Pacoima, al norte de Los Ángeles, pidió mantener la militancia a favor de la reforma.
"Ahora es cuando tenemos que estar de pie, hacer que se oiga nuestra voz y decirle a los hipócritas allá afuera, a la gente que nos llama ilegales, que ningún ser humano es ilegal", declaró Chávez ante la multitud.
Muchos de los participantes, conocidos como "Soñadores", ya se han beneficiado del programa de "acción diferida" de la Administración de Barack Obama que suspende durante dos años su deportación y les otorga un permiso de trabajo.